Tengo fe en vos

Hola amiga,

Hace mucho que intento escribirte, pero las palabras que quiero, no me brotan así como los insultos que con habilidad y amor conjugo. Tengo que confesarte que odio verte triste, y odio más no saber qué hacer. No saber que decir. Aunque muchas veces no parezca me cuesta decirte todo lo que me apena verte llorar y que lo único que puedo aportar es un hombro. Te aseguro que si yo tuviera una solución mágica para verte feliz, serías una de las primeras en quien lo invertiría, vales la pena.

Siempre sentí que estaba de más aclararte lo mucho que significas en mi vida, pero me di cuenta que a veces es necesario recordarlo, solo por si un día te falla la memoria. Quiero decirte que todos tus sueños son posibles, que nadie hace nada con tu vida, lo que te pasa no es “lo que te pasa” sino lo que vos generas y yo sé que tus metas son muy claras, enfila un rumbo y aguanta la racha. Vos más que nadie sabe que si nos distanciáramos por diez años, cuando nos volviéramos a ver seguiríamos siendo exactamente igual de amigas que antes, empezaríamos a hablar como dos locas desquiciadas una hablando más alto que la otra y atropellándonos con ideas fantabulosas que a nadie más en la tierra se les pudieron haber ocurrido antes que a nosotras.

Por eso amiga y mil cosas más que extenderían esta carta a unas… déjame pensar.. unas quinientas cincuenta y cinco mil ochocientas treinta y tres leguas de  distancia, te digo lo siguiente: Hay muchísima gente allá afuera, gente que no te va a tener piedad, gente que viene a este mundo como vos y como yo, a triunfar. Gente que tus problemas le importan más bien poco y que van a conseguir lo que quieren a toda costa. Esa gente SIEMPRE va a intentar tirarte para abajo, pero sabes que es lo bueno de todo esto? Que si te quieren tirar para abajo, es por que vos, estas más arriba que ellos y eso, no tiene precio. Disfrutalo.