lunes, 3 de octubre de 2011

Once luces que no alumbran

Hola a todos! Se que abandone el blog pero realmente fue por una buena cuasa... na mentira ahora que lo pienso no lo fue pero bueno, por una cosa o por otra tenía que dejar para mas tarde el blog y se postergó. Ahí va una nueva entrada: espero que les guste! 

Gritos, voces, palabras se confunden en el aire. Letras en un torbellino sin sentido. Colores oscuros se despliegan sobre sus  ojos y lo  envuelven, 11 luces destellan sobre su cara, tenues. Gritos y golpes. Su mirada más perdida que pez en un estanque, causa tristeza. No oye, no escucha, no siente. Aplausos y humo en espiral. No era feliz.

Su único refugio era la fantasía, su mundo perfecto. Un mundo de paz y tranquilidad donde los monstros son combatidos con armas de papel y los buenos siempre ganan. Donde el lenguaje es caballeroso y los hombres pintorescos. Donde las decisiones pueden volverse atrás con tan solo girar la hoja, donde los romances duran eternidades y donde nadie puede arruinar su vida. Nadie puede apartarlo, el es el mejor. Jamás alguien lo volverá a  molestar.


Acepto que el niño es un poco raro y que muchas veces tuve ganas de pegarle, pero con esa mirada vacía de amor, llena de tristeza y desbordante de juegos de playstation, me puse a pensar que tal vez la solución rápida de comprar algo para llenar el vacío no sea la mejor.
Alguien recuerda cuando le compraron su primer celular? Alguien recuerda el día exacto y la hora en el que se compraron su último par de jeans? Y tu último par de botas? No, sé que no lo recordás.

Ahora díganme: quien recuerda la última vez que saliste a caminar con tu madre y juntaron caracoles para hacer pulseras? Quien recuerda la última vez que ganaste con tu equipo y compraron una coca entre todos? La última vez que regalaste algo a alguien que no tuviera? Puedo responder esas preguntas con fecha y hora exacta. Lo recuerdo, porque son cosas que llenan a uno como persona. Lo material llena, no lo niego pero es solo por unos instantes. Este otro tipo de  recuerdos duran para toda la vida, y nunca se borran.

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