Hola bloggers, estoy probando algo "nuevo". No es nuevo que lo escriba sino que es nuevo que lo lean en este blog, nunca subí un cuento por miedo a que no les guste.Sí bastante estúpida ¿no?Si no les gusta ¿que problema hay? Ninguno, soló aprendería que debo reforzarme escribiendo cuentos como lo marca el concurso literario de la escuela año a año, nunca me voy a cansa de escribir. Espero que les guste, en realidad no, esperaría mas que no les guste y que critiquen QUE es lo que les parece malo.
Te gustaba jugar, al principio fue molesto y derrame unas cuantas lágrimas. Lentamente se convirtió en un hábito, pero no solo para vos, sino también para mí. Jugamos a dos puntas, a tres y hasta cuatro. Ambos sabíamos absolutamente todo lo que hacía el otro, con quien estaba exactamente y en donde pero … no éramos nada, ninguno podía hacer reproches. A ninguno le debería importar.

Durante años la historia fue la misma, se encontraban de noche, en el mismo lugar, en mismo auto, mismo descampado. Ninguna palabra, sólo miradas. Ya se conocían. Aquel día frio de febrero era su ultima vez juntos, ambos lo sabían.Hicieron exactamente lo mismo que hacían siempre, pero esta vez la frialdad de ambos era notable. Ya se habían despedido.
Sus miradas se perdieron ambos habían obtenido de cada uno lo que querían, un poco de amor, un poco de calor, diversión y un poco de sexo. Emprendieron la vuelta, ninguno dijo nada. Fija en el horizonte susurró:
-Recuérdeme
-Siempre lo haré-dijo el en un tono seguro.
-Ojalá fuera así- pensó
Llegaron a su casa. Lo miró un segundo, toco sus labios que aún estaban mojados, soltó su mano y se bajó del auto como si nada, como siempre.
Aquel febrero fue su última vez.