Wake me from this bad dream

En estos últimos años conocí a muchas personas. Demasiadas diría yo. Fui abierta, acepté todas las condiciones desde distancias, edades, belleza, fui muy contemplativa. Afortunadamente ese no fue el problema. Cada persona que pasó dejó una huella, un lugar en mí que nadie se lo va a poder quitar. Algunas pisadas mas borrosas, otras mas fuertes y marcadas pero… lo tuyo fue diferente. Intenté mil veces poner tu huella bajo el mar para borrarla, pero cada vez que la marea se iba tu huella volvía una y otra vez. Aflorando desde la arena como una pesadilla, una ironía.

Si, es verdad prometí nunca jamás olvidarte, pero hubo un detalle, vos también lo prometiste. Fue difícil mantener tanto tiempo mi palabra. La mitad del trato se incumplió asi que no me quedó mas remedio que hacer lo propio. Romper en mil y un pedacitos el contrato del recuerdo y quemarlo hasta que las cenizas formen parte de la nada.

 Cuesta creerlo, lo sé. Le di un sacudón a mis estructuras, todo se desorganizó. Hay que darle tiempo al tiempo para que se pueda recomponer mi corazón. No digo que todo se arregle sin un poco de esfuerzo digo, que en el camino de la vida nos vamos a encontrar con personas que nos van a despertar de los malos sueños y que nos van a facilitar una salida. Esos son nuestros amigos.